Quesos y algo más






Origen 

El orígen del queso no es muy preciso pero puede estimarse entre el año 8.000 a.C y el 3.000 a.C. Datos arqueológicos demuestran que su elaboración en el antiguo Egipto data del año 2.300 a.C. 
Europa introdujo las habilidades para su elaboración y producción, convirtiéndolo en un producto de consumo popular. Gracias al imperio europeo, poco a poco el queso se ha dado a conocer en todo el mundo. 
Fue en Suiza (1815) donde se abrió la primera fábrica para la producción industrial del queso. 



Características

El queso comparte casi las mismas propiedades nutricionales con la leche, excepto que contiene más grasas y proteínas concentradas. Además de ser fuente proteica de alto valor biológico, se destaca por ser una fuente importante de calcio y fósforo, necesarios para la remineralización ósea. 

El queso es un alimento rico en vitaminas A, D y del grupo B. 
Gracias a todos los nutrientes importantes que el queso nos aporta, debe estar presente en una dieta sana y equilibrada, aunque deberá ser consumido con moderación. 

Queso Mantecoso:

El queso mantecoso es fresco y cremoso, de pasta blanda, de tipo artesanal con pequeños ojos bien diseminados, de sabor suave y de color blanco amarillento. Utilizado para sandwich, cocina o cocktail, acompañado por vinos blancos del estilo Burdeos o un tinto ligero como el Merlot.

Maduración: 30 o más días, se conserva entre 4ºC y 6ºC con 80% de humedad.

Ingredientes: leche pasteurizada, coagulantes, cloruro de sodio, colorantes naturales. 


Queso Parmesano:

El queso parmesano es un alimento rico en fósforo ya que 100 g. de este queso contienen 743 mg. de fósforo.

Este alimento también tiene una alta cantidad de vitamina B2. La cantidad de vitamina B2 que tiene es de 0,62 mg por cada 100 g.

Con una cantidad de 1178 mg por cada 100 gramos, el queso parmesano también es también uno de los alimentos con más calcio.

Además, el queso parmesano también es un alimento alto en proteínas ya que hay 35,60 g de proteínas en cada 100 g. de este alimento.

Entre las propiedades nutricionales del queso parmesano cabe también destacar que tiene los siguientes nutrientes: 1 mg. de hierro, 131 mg. de potasio, 2 mg. de yodo, 3 mg. de zinc, 0,06 g. de carbohidratos, 41 mg. de magnesio, 704 mg. de sodio, 360 ug. de vitamina A, 0,02 mg. de vitamina B1, 7,68 mg. de vitamina B3, 0,53 ug. de vitamina B5, 0,10 mg. de vitamina B6, 3 ug. de vitamina B7, 20 ug. de vitamina B9, 1,50 ug. de vitamina B12, 0,65 ug. de vitamina D, 0,90 mg. de vitamina E, 3 ug. de vitamina K, 375 kcal. de calorías, 68 mg. de colesterol, 25,80 g. de grasa y 0,06 g. de azúcar.

Beneficios del queso parmesano

Dada su alta cantidad de proteínas, el queso parmesano es un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular. Los alimentos ricos en proteínas como este queso, están recomendados durante la infancia, la adolescencia y el embarazo ya que en estas etapas, es necesario un mayor aporte de este nutriente.

El queso parmesano, al ser un alimento rico en fósforo, ayuda a mantener nuestros huesos y dientes sanos así como una piel equilibrada ya que ayuda a mantener su PH natural. Por su alto contenido en fósforo este queso ayuda a tener una mayor resistencia física. Este mineral, contribuye también a mejorar las funciones biológicas del cerebro.

El consumir el queso parmesano y otros alimentos ricos en vitamina B2, puede ayudar a superar las migrañas y es beneficioso para mantener una buena salud ocular y de la piel. Los alimentos ricos en vitamina B2 o ribofravina como este queso, también son útiles para mejorar problemas nerviosos como el insomnio, la ansiedad o el estrés.



















Queso de Cabra:



El queso de cabra, una opción más sana y saludable
                                                              
Igual de sabroso que el queso normal, pero con menor contenido de grasa e incluso mayores propiedades nutricionales, el queso de cabra es una alternativa ideal para quienes se resisten a reducir la porción de este tradicional alimento. Una variación que está ganando adeptos en las cocinas del mundo.

Actualmente, el queso es uno de los productos lácteos que más se consumen en todo el mundo, así como el que tiene mayor cantidad de variedades. En su contenido destacan las proteínas de alto valor biológico, el calcio, el fósforo y algunas vitaminas, especialmente la vitamina A.

Pero las personas que tienen el colesterol elevado no pueden comer queso amarillo debido a la calidad de la grasa de que proveen. "En las constipaciones muy severas también hay que eliminarlo porque no tiene mucha fibra", agrega la nutricionista Sylvia Cruchet.

Al contrario, la leche de cabra se asimila mejor por el organismo, y tradicionalmente se ha dado a los bebés y niños que no podían tomar leche materna y tampoco toleraban la leche de vaca.

La leche de cabra es ligera y sabrosa, tiene el mismo valor proteico que la de vaca, pero además se le atribuyen propiedades medicinales contra las úlceras, la tos y problemas intestinales.

El queso de cabra, producido en áreas rurales y en mucho menor volumen que el clásico, está tradicionalmente asociado a la cocina griega e italiana pero ha sido desplazado por su menor sofisticación. Hoy, con la preocupación por la comida sana, causa furor en los mejores restaurantes y cada vez más paladares lo adoptan como su preferido.

Características
Se estima que, después de la leche materna, la de cabra es la más equilibrada. Tiene menor contenido de lactosa y un color muy blanco, debido a que el amarillo del betacaroteno se ha convertido en pura vitamina A, que es incolora.

La leche de cabra tiene un bajo aporte calórico debido a la cantidad de hidratos de carbono y grasas que contiene, y es una fuente excelente de proteínas y aminoácidos esenciales. Es, además, rica en calcio y muchas vitaminas, entre las que se cuentan la A, D, B1, B2, B12.

Si bien el contenido de ácido fólico es considerablemente más bajo que en leche de vaca, tiene la misma cantidad de proteínas, grasa, hierro, vitamina C y D que ésta, y una mayor cantidad de vitaminas A y B.

Propiedades
  Más digestible: El menor tamaño de las proteínas y grasas de la leche de cabra hace que sea digerida por nuestros enzimas más fácilmente. Esto puede ser interesante para la dieta de convalecientes con alteraciones gástricas y úlceras.
  Limita el colesterol: Los ácidos grasos contenidos en la leche de cabra tienen una cualidad metabólica con una capacidad única de limitar depósitos de colesterol en los tejidos corporales.
  Bajo nivel de lactosa: Por sus bajos niveles de lactosa y caseína, puede ser una alternativa válida para personas intolerantes a estos elementos propios de la leche de vaca, especialmente niños.
  Mejor sabor: El sabor de la leche de cabra es agradable, en contraposición con el de muchos alimentos sintéticos que no agradan al paladar infantil.
  Más vitamina A: El contenido de vitamina A es superior en un 47% a la de vaca, ya que las cabras convierten los carotenos en vitamina A, responsable de su coloración más blanca.
  Más minerales: En cuanto a los minerales, la leche de cabra presenta una mayor cantidad de calcio, potasio, cobre, selenio, magnesio, fósforo, cloro y manganeso; y menor cantidad de sodio, hierro, zinc y molibdeno que la de vaca.
  Mejor para las vías respiratorias: Es apropiado para personas con diferentes afecciones de las vías respiratorias, ya que con su consumo se tiende a fabricar menos mucosidad que con la leche de vaca.

Cómo elegir
Las múltiples variedades de quesos con que se cuenta hoy se consiguen no sólo utilizando diferentes clases de leche, sino también manipulando la acción de los microbios con mayor conocimiento y precisión que antiguamente.

Pero también hay quesos que no se obtienen por fermentación sino por el simple sistema de prensado para extraerles el suero que contienen. Estos quesos son de bajo contenido graso y los únicos que tienen vitamina C.

No obstante la gran variedad de quesos que existen, los que mejor se digieren son los de elaboración más sencilla, es decir, los no fermentados. En este grupo y además contando con beneficios para el control del colesterol y la prevención de enfermedades, el queso de cabra es, definitivamente, un componente indispensable en una dieta sana.

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